El proceso de enseñanza-aprendizaje de lenguas extranjeras ha sido objeto de disímiles investigaciones a lo largo del tiempo. Los estudios acerca de cómo se enseñan y se aprenden las lenguas han ido progresando, cambiando de orientación en función de los diferentes estadíos del desarrollo científico intelectual y de las necesidades que exige el desarrollo social.
Las lenguas como fenómeno social evolucionan y se desarrollan. El inglés no solo ha evolucionado en relación con su extensión en el mundo, sino que como consecuencia, se han modificado los perfiles sociolinguísticos de quienes lo estudian, de quienes lo enseñan y por supuesto de quienes lo aprenden. En los inicios del tercer milenio, el desarrollo científico-tecnológico, la globalización como fenómeno social y el ingente desarrollo de las tecnologías de la comunicación han propiciado un contexto diferente para la enseñanza-aprendizaje de la lengua inglesa. En todos los procesos de enseñanza-aprendizaje se habla hoy en términos de eficiencia, lograr un aprendizaje eficiente de una lengua extranjera implica indudablemente la habilidad de utilizar la lengua que se aprende con fines comunicativos reales.
Dentro de la enseñanza comunicativa de lenguas, el enfoque basado en tareas ha venido a convertirse en el modo plausible de ejercitar en clases los procesos de comunicación.
La enseñanza mediante tareas surge en los años 80 del siglo XX como un intento de buscar la comunicación real en el aula. Este enfoque nace como una propuesta innovadora en el diseño de la enseñanza comunicativa de lenguas extranjeras y se centra en la forma de organizar, secuenciar y llevar a cabo las actividades de aprendizaje en el aula. La tarea comunicativa, a juicio de autores como Nunan, Breen y Candlin, implica resolver un problema o completar una laguna de información activando un proceso mental utilizando la lengua extranjera, y se considera que es a través de ese proceso que se adquiere la lengua en cuestión.
La tarea comunicativa constituye entonces la célula fundamental de un proceso de enseñanza- aprendizaje de lenguas cuyo objetivo final sea la competencia comunicativa. Las tareas comunicativas constituyen, además, una vía material de incorporación de la realidad a la clase, a la vez que favorecen el protagonismo del estudiante y le brindan la oportunidad de utilizar los conocimientos que posee, provenientes de otras materias o de la realidad circundante, para la solución, ya sea en el actuar personal o colectivo, de los retos que la tarea le impone a cada momento.
Haciendo una profunda revisión bibliográfica sobre el tema se puede concluir que el enfoque comunicativo en la enseñanza de lenguas es el que ha mostrado mayor aceptación, en los últimos años, entre los profesores e investigadores vinculados a esta área del saber. El enfoque basado en tareas nace como una propuesta innovadora en el diseño de la enseñanza comunicativa de lenguas. Constituye un intento de buscar la comunicación real en el aula para las personas que estudian una lengua extranjera y no tienen la posibilidad de utilizarla en situaciones auténticas.
Silvia De La Rosa Girón*